En estos momentos en los que el Coronavirus no solo nos preocupa, sino que, además, está en boca de todos y a todas horas, resulta difícil pensar y hablar de otra cosa.
Nos encontramos frente a una emergencia sanitaria de gran magnitud que, lógicamente, nos genera malestar emocional de manera generalizada. Es normal sentirnos preocupados, asustados, nerviosos, tristes, frustrados ante una situación que puede comprometer la salud de cada uno de nosotros, pero debemos tratar de mantener la calma y no permitir que estas emociones nos sobrepasen y tomen el control de nosotros. Pero, ¿cómo hacemos esto?
Lo primero de todo, revisa tus pensamientos. Trata de identificar qué es lo que estás pensando que te está haciendo sentir de esa manera y cuestiónate sobre su objetividad. Ante situaciones que nos generan miedo, es fácil que tendamos a exagerar o a imaginar escenarios catastrofistas, que no son los más probables. Procura mantenerte objetivo/a.
Dosifica y selecciona la información por la que te interesas. No permitas que la preocupación y la incesante actividad mediática que se está produciendo entorno al COVID-19 te mantengan enganchado/a a los medios de comunicación. Está bien que te informes, pero evita que se vuelva la actividad principal de tu día, especialmente si sientes que te está afectando. Por otro lado, sé crítico/a con lo que escuchas y/o lees y trata de asegurarte de que tus fuentes de información son fiables, para evitar angustias innecesarias.
Exprésate. Expresar lo que sientes, tanto si es hablando con alguien cercano, como si es a través de la música, la poesía, la pintura, el baile etc., te va a ayudar a regular tus emociones y, por lo tanto, a sentirte mejor. ¡Pero ojo! No caigas en la tentación de no soltar el tema que acapara todas tus preocupaciones, ya que, aunque pueda parecerte muy goloso, en lugar de aliviarte, intensificará tu malestar.
Conecta con tus seres queridos. Aprovecha la oportunidad de las circunstancias para compartir con los tuyos, si puedes en persona y si no por teléfono, pero ábrete a ellos, escúchalos, apóyalos y acepta su apoyo. Goza de la seguridad que te brinda el sentir el apoyo de los tuyos y procúrales a ellos también esa seguridad, mostrándoles tu apoyo. Puede ser también un buen momento para tratar de conectar con ese familiar o con ese amigo del que te habías distanciado. Plantéatelo.
Cuida de ti para sentirte bien, a nivel físico y psicológico. Aséate, aliméntate de manera equilibrada, haz algo de ejercicio y descansa las horas que necesitas (entre 7 y 8, siguiendo las recomendaciones de la OMS). Invierte tiempo en cuidar de ti.
Haz alguna actividad que te produzca placer, esto te permitirá distraer la mente durante un rato del foco de tu preocupación, reduciendo el impacto de tus emociones negativas y favoreciendo experiencias emocionales positivas.
Y no olvides que no estás solo, estamos todos en esto.
Con preocupación, pero cuidándonos y cuidando de ti al quedarnos en casa.
¡ Ánimo !
Ana Isabel García-Izquierdo Peribáñez
Psicóloga y psicoterapeuta
Graduada en psicología, especializada en psicología clínica y psicopatología integrativa por la Universidad Paris Descartes (formación académica, profesional y de investigación), psicoterapeuta con un enfoque integrativo certificada por la ARS de Île de France y Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia.
¿Buscas ayuda psicológica?
Pide tu cita conmigo de forma online o presencial en Denia (Alicante).